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Una nueva vida en Ciudad de México

Tras unos días de ajetreo, vuelvo a estar con vosotros. Me he mudado a una nueva casa. Hasta aquí todo normal. Lo curioso fue que cuando llegué a la habitación no había ninguna cama. No me habían dicho que la persona que había estado anteriormente se la iba a llevar. ¡Bien! Al menos tuvieron el detalle de dejarme una colchoneta hinchable, aunque de hinchable tenía poco porque al poco tiempo se deshinchó del todo. Así fue mi primera noche.

Lo más gracioso es que al día siguiente fui a comprarme un colchón y tuve que transportarlo en el techo de un taxi porque el servicio de transporte de lugar donde lo compré no podían traerlo hasta tres días después. La imagen era la siguiente: el taxista conduciendo despacio y yo, detrás, aguantando el colchón para que no se cayera. Muy surrealista todo.

Hace dos días que empecé un trabajo. Tiene que ver con comunicación, pero es totalmente diferente a lo que he hecho hasta ahora. Nunca me han gustado los primeros días de un trabajo, porque me siento perdido, sin saber exactamente qué tengo que hacer. Desearía que esos días pasaran rápido porque no estaré tranquilo hasta que no comience a controlar la situación.

Por supuesto, la música me sigue acompañando. La primera canción que escucho cada día es Inhaler, de Foals. Es mi amuleto de la suerte o, mejor dicho, es mi motivación para levantarme y encarar el día con ánimo y fuerzas. Ahora estoy viviendo en un barrio que se llama Polanco. Allí viven muchos judíos y también gente con mucho dinero. Si tuviese que elegir, Polanco no sería uno de mis elegidos, pero puedo ir andando al trabajo y eso es un lujo en una ciudad como el DF.

A pesar de que ya estoy trabajando, todavía no tengo el FM3, esto es, el permiso de trabajo. El Instituto Nacional de Migración me mandó una carta en la que me explicaba que necesito un papel de alguna empresa con la que he trabajado o he colaborado aquí para que ellos comprueben que, efectivamente, soy periodista. Parece ser que los papeles que presenté, mi título y mi acreditación como periodista, no son suficientes. En principio, debería ser el último trámite para que me puedan dar el FM3. Una odisea.

Por cierto, a lo largo de los 3 meses que llevo en México, he aprendido muchas palabras que no conocía. De todas ellas, la que más me gusta es órale, que quiere decir de acuerdo. Otras son graciosas: híjole (no me digas), no manches (no me jodas), chingada (tiene tantas acepciones que hasta han escrito un libro con los numerosos significados que tiene)...

Hacía tiempo que no tenía una rutina de ir a un trabajo. Desgraciadamente me desacostumbré. Me va a llevar unos días seguir con el ritmo y, sobre todo, organizarme para poder correr. Desde hoy estoy más motivado para entrenar porque me han confirmado que estoy registrado oficialmente para la Maratón de Berlín de septiembre de 2013. Aunque esté en México, haré lo imposible para estar allí. De momento seguiré con mi adaptación a la altura. Estoy subiendo el número de kilómetros y, al mismo tiempo, realizo series para tratar de ir más rápido.

Desde que salí en un reportaje de El Mundo sobre el tema de la emigración a otro país, he tenido más entrevistas. El otro día aparecí en un programa de La Sexta para explicar mi historia. La idea era tratar de desmentir las afirmaciones de la Secretaria General de Emigración, Marina del Corral, que afirmó que los jóvenes se están marchando de España porque son unos aventureros. Estas declaraciones no sólo son desafortunadas, sino que deberían suponer la dimisión de esta señora. Puedo decir y digo que son muchas las personas que están emigrando y no lo hacen por placer sino por necesidad.

Sea como fuere, desde la distancia, desde mi humildad y desde mi esfuerzo, voy a tratar de dignificarme como persona y como profesional. Lo que tengo claro es que quiero volver. Espero que pueda hacerlo algún día. Seguiremos informando.


2 comentarios:

  1. En México el conseguir trabajo es fácil, aunque los sueldos no sean lo mas adecuados, pero por lo menos da para poner un plato lentejas em la mesa y pagar un cuchitril para meterse

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  2. Hola Mexiñol. Gracias por leer el blog. La verdad es que los sueldos no son muy altos y son muchas horas de trabajo. De momento me sirve para poder vivir. De todas maneras, seguiré mirando otras cosas mejores. Un saludo.

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