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¿Acaba todo con la imputación de Urdangarín?

Efectivamente, Iñaki Urdangarín ha sido imputado por el Caso Nóos, es decir, por desviar presuntamente fondos públicos a cuentas personales y evadir una cantidad de dinero importante a paraísos fiscales.
Se estrecha el cerco sobre el yerno del Rey, una persona que en sus tiempos de jugador de balonmano ya había quien decía que tenía mucha ambición. Posiblemente esa ambición le ha llevado a tener que sentarse en el banquillo.
Con todo, me gustaría destacar dos aspectos relacionados con la imputación. La primera afecta a mi tierra, el País Valencià. Parte de esos fondos públicos desviados provienen de la Generalitat Valenciana cuando Francisco Camps estaba al frente. También ha aparecido el nombre del Ayuntamiento de Valencia, gobernado por la señora Rita Barberá.
Ellos se defienden diciendo que lo que pagaron estaba sujeto a la ley. Y puede que así sea. Pero, ¿hasta qué punto tendríamos que exigir que un responsable político responda por su mala gestión, por derrochar dinero en proyectos que finalmente no se han realizado (como los famosos Juegos Olímpicos Europeos, otra gran idea del señor Camps) o que han sido un absoluto fracaso (la Valencia Summit)? Proyectos pagados al Instituto Nóos con dinero de todos. Es hora de pedir responsabilidades políticas a aquéllos que "utilizan" nuestro dinero de forma indebida por muy legal que sea la contratación.
Lo mismo se podría decir del Gobierno de las Islas Baleares, gobernado por aquél entonces por Jaume Matas, amigo de Camps, y que a día de hoy todavía mantiene el título honorífico de "Embajador de la Comunidad Valenciana".
El segundo aspecto relacionado con la imputación de Iñaki Urdangarín es lo que supimos hace unas semanas. La Casa Real "obligó" al yerno del Rey a marcharse a Washington en 2006 cuando empezaron a conocer algunos datos de sus negocios. Me resulta preocupante que esto sea verdad porque la obligación de La Casa Real debería haber sido informar a la sociedad sobre lo que pasaba. ¿A quién se deben? ¿Quién les paga? ¿Encubrieron a Urdangarín? ¿Qué credibilidad puede tener la Casa Real si conocía lo que ocurría y no hicieron nada por denunciarlo?
Con todo, lo realmente sorprendente fue la sonora ovación que recibió el Rey por parte de casi todos los diputados en la apertura de la nueva legislatura. Estos mismos diputados que aplaudieron a rabiar deberían preguntar a los ciudadanos si ellos, es decir, nosotros también lo habríamos hecho conociendo lo que conocemos.

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