Fabra habla de honradez pero, ¿él la tiene?

Alberto Fabra afirmó en el Congreso del PP que no sólo hay que ser honrado sino también parecerlo. Como frase está muy bien para quedar bien ante los tuyos. La teoría es buena y se acepta. Pero lo realmente importante es saber si se lleva a la práctica.
Los antecedentes no invitan al optimismo. Que lo diga el Presidente de la Generalitat Valenciana puede sonar hasta obsceno e insultante. Tal vez quiso aprovechar la oportunidad que se le brindó para pedir perdón por lo que ha ocurrido y ocurre en el País Valencià, pero no olvidemos que el señor Fabra fue diputado en Les Corts Valencianes durante el anterior mandato y, por tanto, ha sido corresponsable de la mala gestión de Francisco Camps. No sólo eso. Durante el tiempo que Fabra está al frente del gobierno valenciano, tampoco ha sido honrado ni ha parecido serlo.
Porque no se puede ser honrado si en los últimos presupuestos se ha aumentado la partida destinada a "los grandes eventos". Tampoco se puede parecer ser honrado si no haces autocrítica y consideras que todos los problemas vienen derivados de la mala financiación. Y es ser poco honrado si sigues permitiendo la manipulación en RTVV y los negocios de sus jefes.
Sin embargo, Alberto Fabra aún tiene la oportunidad de demostrar que, efectivamente, hay que ser honrado y parecerlo. Ahora tiene un órdago importante para creerse que va en serio. Determinados medios de comunicación han publicado que FGV (Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana) recibieron presiones de la Generalitat Valenciana para que sus técnicos explicaran en la comisión de investigación que el accidente del metro que causó la muerte de 43 personas fue un accidente y no una negligencia.
Si Fabra quiere ser honrado y parecerlo debe depurar responsabilidades desde ya, volver a abrir la comisión de investigación y llegar hasta el final. De paso, también podría tomar en serio las reivindicaciones de las víctimas y no quedarse sólo con la foto de su recibimiento. Mientras tanto, no puede hablar de honradez. A no ser que para él ser honrado en política es que no sea corrupto. Para mí esa palabra engloba otras muchas cosas.