Páginas

Metido en una rutina en Ciudad de México

Tras unos días de silencio, vuelvo con más aventuras. Algunas tienen que ver con el trabajo que empecé la semana pasada. Se trata de una agencia de comunicación. Hasta aquí muy bien. Lo interesante es que se trata de un tipo de trabajo muy diferente a lo que he hecho hasta ahora, puesto que casi siempre había estado en medios de comunicación. Ando perdido (siempre lo estoy en esta ciudad), pero espero ir agarrando el ritmo poco a poco.

El sábado pasado me tocó trabajar porque tenía que cubrir un acto que se llama Teletón. Se trata de recaudar dinero con el objetivo de ayudar a los más necesitados. Lo curioso del caso es que mi lugar de trabajo era el backstage, muy cerca de los camerinos. Por allí vi pasar a los presentadores y a algunos famosos que por allí desfilaron. Me pareció un mundo muy falso puesto que esta gente era capaz de estar llorando en pantalla y a los dos minutos tener la mayor de las sonrisas pasando por delante de mí.

Desde que he empezado con la rutina del trabajo, no he tenido tiempo a muchas otras cosas más. Intento aprovechar el tiempo libre para correr. Por fin pude hacerlo en el Parque de Chapultepec, aunque ya sé que tengo que evitarlo los domingos. Ese día hay numerosas personas por allí paseando y estuve más pendiente de ir esquivándolos que de correr con tranquilidad. A pesar de ello, es un lugar muy agradable, un mundo dentro del mundo del DF. Me sentí como en el parque de El Retiro de Madrid.

Escribo estas frases un 12-12-12. Dicen que ese día acaba el mundo, pero estoy pendiente de otras cosas. Por ejemplo, tengo ganas de cobrar mi primer sueldo y sentirme útil. También me apetece en estos momentos ver a mi familia, pareja y amigos. Deseo poder decir que me va bien por México. Y quiero viajar para conocer el país, aunque para eso tendré que esperar.

De lo que sí me he dado cuenta es de que los mexicanos son gente respetuosa. Sí que es cierto que son informales, de que posiblemente te estén mintiendo, pero te tratan como a un igual, sin estridencias, sin querer confrontar. Supongo que están muy acostumbrados a recibir gente de otros países y para ellos debe ser normal que ahora hayan muchísimos españoles en Ciudad de México.

Por lo demás, sigo hablando con los taxistas de lo mismo, utilizo menos el transporte público porque puedo ir andando al trabajo y me muero por comer un buen arroz. No quiero pensar que pronto vendrá la Navidad porque no voy a poder disfrutarla con mi familia. Prefiero creer que si estoy aquí y no allí es porque algo bueno me pasará. Si no es así, no pasa nada.

Por cierto, no penséis que ya tengo el permiso de trabajo. Después de presentar mis papeles como profesional independiente, Inmigración me reclamó una carta con alguna empresa con la que esté o haya estado colaborando hasta ahora para que comprueben que, efectivamente, soy periodista. Esa carta ya la he presentado y ahora tendré que esperar unas dos semanas más para saber si aceptan de una vez mi solicitud. Esperemos que sí.

Mientras tanto, sigo la actualidad española. Parece que el gobierno está más preocupado por cuestiones relacionadas con el catalán que con solucionar problemas como el paro. Para alguien como yo que se ha convertido en emigrante, lo importante es que las personas, más jóvenes o más mayores, puedan tener una oportunidad para trabajar. Lo demás es secundario. Seguiremos informando.

2 comentarios:

  1. Molts ánims Toni! hi ha que tindre molt de valor I força per a emigrar! Saps que la terreta Sempre t'espera!

    ResponderEliminar
  2. Moltes gràcies, Escamot. És una decisió difícil, però ho vaig fer perquè no tenia més opcions. Tractaré de viure ací el millor que puga però amb la mirada posada en tornar. Salut!

    ResponderEliminar