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Correr, viajar y sentirte totalmente emigrante en México

En Ciudad de México, el principal enemigo de un runner no sólo es el coche sino también las personas con perros. Mejor dicho, las personas que llevan sus perros sueltos. Lo curioso del caso es que parece normal que en un parque los canes, sea de la raza que sean, corran sin ningún tipo de problemas. El problema lo tienes tú.

La verdad es que no sé la razón por la que he empezado así el post. Posiblemente sea porque hace una hora que vengo de correr y me sorprende que no me haya mordido un perro. Precisamente, mientras he estado corriendo me he acordado de los días que pasé en Guanajuato y San Miguel de Allende. Se trata de dos ciudades que fueron muy importantes en la independencia de México y muy bonitas, sobre todo San Miguel de Allende, donde te puedes encontrar con numerosos gringos que viven allí todo el año.

Me he acordado de estas ciudades porque el viaje de ida y vuelta fue una odisea. El medio elegido fue el autobús. Cuando compré los billetes pensé que iría directo, pero no fue así. No sé cuántas paradas hizo, pero al final estaba desesperado. Lo más interesante era cuando subía un vendedor de comida y no se bajaba, sino que se quedaba en el autobús hasta un buen tramo. Yo hubiese querido que se hubiera quedado por mucho más tiempo porque era el momento de mayor entretenimiento. Era una gozada ver cómo preparaba las papas: les ponía mucho limón y un líquido rojo que después me enteré que era chile. Lo hacía con una rapidez excepcional.

En el DF la vida transcurre mayoritariamente en el trabajo. Tuve la ocasión de ir al cine y también me sorprendió una cosa: el 75% de la gente que fue a ver la misma película que yo entraron tarde y no tenían ningún problema en hacer ruido, en quedarse delante de la pantalla de pie sin ningún tipo de prisas.

Y, a pesar de que lleve casi 5 meses aquí, todavía me sigue sorprendiendo que en los establecimientos casi nunca tengan cambio. Pensaba que eso sólo ocurría en el caso de los taxis, pero no es así. Ya sea en un supermercado, en una tienda o en el cine, nunca tienen cambio.

Por otro lado, la experiencia de ser emigrante la estoy viviendo en todos los sentidos, hasta el punto de que estoy teniendo problemas con los papeles. Migración me los denegó y ahora tendré que salir del país para conseguir una visa. No les culpo ni mucho menos. Al final recogemos lo que sembramos, es decir, si en España ponen problemas a los mexicanos, es lógico que ellos también nos pongan problemas. Creo, sinceramente, que el tema de la emigración debería ser de análisis y de debate entre los políticos, puesto que por culpa de ellos muchos de nosotros padecemos las consecuencias de sus decisiones.

El hecho de estar lejos de casa te hace ver las cosas de otra manera. Muchas veces me río de mí mismo porque en Valencia me preocupaba por situaciones que ahora me parecen una tontería. No sé si seré capaz de estabilizarme en México, pero nadie me podrá decir que no lo he intentado. De momento me quedo con las personas que leen este blog y que me dicen que siga escribiendo porque les gusta lo que cuento. Gracias a todos. Seguiremos informando.


4 comentarios:

  1. Si los grandes clasicos del df...No dices nada del metro, yo es con lo que mas flipo, jejeje.
    Muy chulo el blog, me quedo a la espera de otra entrega

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  2. Hola Unknown. En otros posts ya hablé del metro, de la barbaridad de gente que lo toma, de las sorpresas que allí me encuentro. Te envito que lo leas. Gracias por estar atento.

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  3. Hola, Toni
    La veritat és que el blog és realment molt interessant. No em perd cap dels teus posts i des d'ací t'envie molts ànims perquè continues endavant amb esta nova vida mexicana. I moltíssima sort.

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  4. Hola Amparo. Moltes gràcies per llegir el blog. M'alegre que t'agrade. Si aquests comentaris serveixen per entretindre i ajudar a algú que vulga vindre, encantat. Espere que et vagen bé les coses. Salut.

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