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Si no eres del PP no eres buen valenciano

La táctica del PP siempre es la misma: si gobierna tiene que dar la imagen de que toda voz contraria a lo que ellos representan son el "enemigo" o no defienden los intereses que realmente importan. El PP también tiene la costumbre de convertirse en víctima de todos los males, de tal manera que la conclusión que puedan sacar los ciudadanos es que "no tienen la culpa de nada".
El PP valenciano puede ser un claro ejemplo de lo que estoy diciendo. A lo largo de toda su trayectoria al frente del Gobierno de la Generalitat o de ayuntamientos como el de Valencia, su máxima ha sido la de apropiarse de todo aquello que pueda ser considerado como "valenciano" para atacar posteriormente a los que no piensan como ellos, en términos como "quien critica las fallas es que no es valenciano", o "si criticas la gestión es que no quieres lo mejor para nuestra comunidad".
Desde que empezaron las famosas "mascletaes" de las Fallas del 2012, un grupo de ciudadanos han decidido mostrar su malestar por los recortes que se han producido en ámbitos como la sanidad o la educación, así como su indignación por una situación de crisis que están padeciendo y que no han creado. Algo que debería ser normal en un estado democrático se convierte en excepcional en una ciudad como Valencia, completamente politizada por un PP que lo quiere controlar todo.
Para Rita Barberá, alcaldesa de la ciudad, y para Alberto Fabra, Presidente de la Generalitat, en Fallas nadie puede manifestarse precisamente por ser días de fiesta. La conclusión es que, según ellos, la gente se olvida de sus problemas y de sus indignaciones cuando son fiestas. Posiblemente en otra época esto pudiera ocurrir, pero no ahora.
Si esto no fuera lo suficiente grave, la estrategia del PP de la ciudad de Valencia y del equipo de gobierno ha sido la de utilizar a las falleras como escudo. Han decidido inventarse que las protestas van dirigidas hacia ellas y hacia la fiesta, y han señalado a un partido político de la oposición como principal instigador de las mismas.
Ante esta postura de Rita Barberá y los suyos mi conclusión es la siguiente. Quieren tapar sus vergüenzas con las falleras, como si ellas fueran patrimonio del PP. Cierto es que a lo largo de los 16 años que lleva el PP en la Generalitat, muchas de las Falleras Mayores han sido enchufadas posteriormente por este partido político, ya sea en medios de comunicación e instituciones públicas o incluso han formado parte de sus listas electorales.
El PP habla de que un sector está tratando de politizar las Fallas. No se acuerdan o no quieren acordarse de que ellos las están politizando desde hace muchos años, como también lo intentaron hacer otros en su momento. Eso sí, para el PP los más valencianos, los más falleros y los más honrados son ellos. Los demás somos otra cosa.

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