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Un hasta luego

El otro día leí que México es actualmente el país con mayor índice de obesidad. No sé si sorprenderme o no. Lo que sí me sorprende (y mira que ya llevo 10 meses en el país) es que nadie bebe agua. Cuando en un restaurante o en un bar de comida corrida te dicen si quieres agua, lo más normal es que ellos entiendan que sea agua con sabores.

Tampoco sé si sorprenderme cuando veo a un chico que le dice a su novia que cruce sus piernas cuando está sentada o que un señor que conduce un coche me saque el dedo porque estoy cruzando por el paso de peatones. Son situaciones y momentos que me dejan sin palabras.

Al principio también me sorprendió que en las paradas en las que venden dulces, revistas y periódicos uno puede comprar un solo cigarro y fumárselo, o encontrarme árboles con su tronco lleno de chicles masticados. Y no me pasó desapercibido el hecho de que alguien me parara y me dijera si realmente no soy Alejandro Sanz.

Son historias que echaré de menos a partir del 22 de julio. Ese día regreso a Valencia y no sé qué haré con mi vida. No tuve suerte en mi primer intento en México, pero quiero persistir y posiblemente esté de nuevo por aquí. No mentiré si digo que lo he pasado mal en ciertos momentos, sobre todo cuando ves que nada sale bien, que parece que alguien la tenga tomada contigo para que no seas feliz. A esto se suma la nostalgia. La verdad es que no sé cómo he podido aguantar 10 meses. Posiblemente sea porque soy cabezón. Lo que sí es cierto es que ha sido y es una experiencia personal increíble.

Lo bueno de todo es que cuando esté en Valencia voy a desdramatizar muchas cosas. Estoy seguro que me harán gracia muchas cosas que antes les daba importancia. Por ejemplo: tener un coche. En 10 meses no he conducido y no me he muerto. Veré el mundo de otra manera y apreciaré aspectos y cosas que antes no hacía. Lo dije un día a mis amigos: no seré la misma persona que cuando me marché.

La idea es volver porque sé que en Valencia no voy a encontrar nada y no quiero estar en casa mirando a la pared. En México hay trabajo: podrá ser mejor o peor, pero lo hay. Así que primero disfrutaré del verano con mi gente, me seguiré preparando el Maratón de Berlín que se celebra a finales de septiembre y después, lo más probable es que vuelva al DF. Seguiremos informando.

2 comentarios:

  1. Hola, lamento que en tu primera oportunidad no hayas encontrado las oportunidades necesarias en Mèxico, mi pais que tanto extraño. Recièn volvì a abrir mi blog y encontrè el tuyo, he leìdo poco de tus vivencias en el DF pero me parecen muy interesantes. Saludos!!

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    1. Hola Antonio. Muchas gracias por leer mi blog y por darme ánimos. He regresado a México y espero tener suerte en mi segunda etapa. Saludos.

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